En lo profundo de mi alma, o en el fondo de mi cama,
ahí, donde los pies no llegan, donde se esconden las medias,
se queda guardado…
mi mayor terror,
mi inconcluso,
mi remordimiento,
junto con tus huesos, con tus restos, y tu oscuridad llameante.
Al borde de mi vida, de mis días, tratando de comerme, de masticar cada pedacito libre que queda.
Amenazante.
Acaso yo te doy esa identidad? Acaso yo soy la que te crea?
Con qué necesidad?
Cuál es mi miseria de subirte al pedestal de mis temores, de mis mayores fracasos?