Esta noche, pinto de color mis labios por vos.
Sacudo el
polvo de mi disfraz de mujer fatal y lo visto de la mejor forma que sé.
Bato mis
cabellos, surco pinceladas de rimel sobre mis espesas pestañas,
y espolvoreo
partículas de brillo que recaen sobre mis mejillas.
Hecho
cristales de perfume que se arremolinan y me envuelven, inundando mis sentidos,
retumbando lo invadido por ese aroma que trae recuerdos lejanos de amores
pasados. Amores que chocan y traspasan como viejos fantasmas,
como antiguas
sombras amigas que siempre rondaron bajo mis imprudentes y atolondrados pies.
Sucede, te
confieso, que en todo este rato aprendí a dividirme entre gajos de piel,
como si
fueran acumulándose con el pasar del tiempo, que a medida que cada quién desea
atravesar mi fina capa de ser,
por cada
vez, se escapa volando un rastro de mí, y queda libre un nuevo retazo de piel.
Es por eso
que esta noche me abrazo firmemente para retenerme,
y así, quizás,
de algún modo evitar perderme.
Verás, hoy soy
más fuerte y más frágil que ayer.
Verás que
llevo el porte de una reina y que sufro como cualquier esclava.
Que bajo
este antifaz de carnaval veneciano se esconden restos de luchas clandestinas
entre seres que no me permito renombrar. Pues, detrás de mis ojos y de esta
fina sonrisa hay un museo de cicatrices que aún no logro sanar.
Pero eso no
lo sabes, ni lo sabrás.
Porque sabes?
hoy visto de mujer fatal.
¡Mujer fatal! ¿con pollera de "abuela"? Mujer fatal y HERMOSA.
ResponderEliminarMe enamoré de esa parte que dice "aprendí a dividirme entre gajos de piel", ¡me enamoré!
amiga!!!!! muy muy hermosoo!! cada día me sorprendo mas :)
ResponderEliminarextraño leertee.. mis ojos necesitan poesia de vuelta al cielo!!
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